Te contamos las claves de las implicaciones de estas reestructuraciones de las formas de trabajar.
El arte de optimizar inventarios y flujo de producto de acuerdo con la demanda real
El inventario de una empresa consiste en el registro de los bienes con los que cuenta. Aunque se contabilizan, en general, todos los recursos materiales, nos vamos a centrar ahora en los productos fabricados.
En puridad, la realización de un inventario no aporta una productividad directa a la firma. Es su utilización en la reorganización de los procesos productivos (sobre todo en las fábricas donde hay instaladas cadenas de montaje, como las automotrices) la que va a implicar una racionalización de sus costes, que pasará por el ahorro de tiempo.
Antes de analizar cómo contribuye la aplicación de un inventario a la optimización de las funciones empresariales, vale la pena definir el término principal del sistema Kanban. De esta manera, entenderemos su relación con la interpretación funcional de los inventarios.
Kanban es una palabra japonesa que significa tarjeta, aunque la evolución de su contextualización en los centros de trabajo mecanizados la ha dotado también del significado de señales. Como vas a comprobar, estas señales aportan información de gran utilidad para el buen funcionamiento de los servicios logísticos.
Has de saber que el origen del método Kanban, más allá de su significativa explotación en el país del sol naciente, no es japonés. Este se ubica en una tienda estadounidense en la que cada vez que un producto desaparecía de una estantería, era inmediatamente repuesto para que volviera a estar a disposición de los clientes.
Se trata de la estrategia de producción en pull (solo lo que precisan los clientes), que se opone a la push (a granel).
Ventajas de implementar el sistema Kanban en tu negocio
El sistema Kanban para entregas en líneas, por tanto, se va a fundamentar en la necesidad de poner en relación directa la oferta y la demanda. Partimos de la premisa relativa a que acumular un stock de productos no es rentable, ya que ocupa espacio de almacenamiento y supone la disfunción de estar produciendo de más.
Así que la base es un control exhaustivo de las necesidades del cliente. Pero este debe estar plenamente conectado con los procesos de fabricación de la empresa. Esta circunstancia puede implicar una racionalización de las líneas de producción que pase por supresiones, racionalizaciones o reorganizaciones, tanto de plantilla como de maquinaria.
Los símbolos, las ya avanzadas señales, de estos procesos son unas pegatinas que contendrán los datos precisos para que quienes las reciben, desde la entrada de la materia prima hasta la salida del producto acabado, tengan claro qué deben hacer para que la empresa optimice su rentabilidad general.
En definitiva, el sistema Kanban para entregas en líneas supone un ahorro en materia de agilidad de procesos productivos. ¡Adquiere maquinaria Arsam para aprovecharlo!